¿Creyeron que nos habíamos olvidado? ¡No! Acá está la tercera entrega de esta apasionante (?) historia, digna de ser llevada al cine por Richard Gere, Tom Cruise y Luciana Salazar.
Si recién te enganchás, date una vuelta por los capítulos anteriores (parte I - parte II). Ahora no hay excusas: ya tenés lectura para el fin de semana.
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A las tres, una hora antes del partido, las tribunas estaban repletas. Los de La Ribera ocupaban las dos bandejas que dan al gimnasio de básquet, y los de Germinal el resto de la cancha. Los Canarios gritaban “que locura, que locura, vos sos pobreeeee, verdiblanco hijo de putaaa”, refiriéndose a la delicada situación económica de la institución. En tanto, los del Verde respondían vociferando “aunque digas que no, aunque digas que no, a vos te bancan los rusos la puta madre que te pariooo”, haciendo alusión al rumor (nunca comprobado) de que el ruso Roman Abramovich invertía dinero de la mafia en el club.
Mientras tanto, en los palcos VIP (con aire acondicionado, Internet satelital, sillones y servicio de cafetería) se aglutinaban personalidades como Agustín Pichot (reconocido “fana” de Germinal), Catherine Fulop, Joseph Blatter, Marcelo Tinelli y familia, Diego Maradona, la Tota Santillán y el Cora Almirón, entre otros.
Exactamente a las 4 salió el árbitro del partido, Héctor Baldassi, y pocos minutos más tarde hicieron su entrada los equipos, ambos al mismo tiempo y caminando con un pibe camboyano de la mano, como establecían las nuevas normas de la FIFA. En el saludo de los jugadores casi se arma la rosca, porque el defensor Materazzi, de La Ribera, se burló de Matías Arrative diciéndole: “Pibe, ¿no te alcanza el sueldo para un corte de pelo?”. El Patito, cuyo ídolo era Zidane, se lo quería comer, pero lo pararon entre Krebs y Lalo Silva.
Pero los del Defe seguían echando leña al fuego. Kaká, Bellido y el marfileño Didier Zokora sacaron unas monedas de los bolsillos y se las tiraron a los de Germinal. Lalo Silva no aguantó más, lo largó al Patito y se le fue encima al negro. Le metió un cross de derecha en la mandíbula y lo dejó tirado en el círculo central. Se armó la batahola y se trenzaron a trompadas todos los jugadores. Los de Germinal llevaban ventaja en la pelea porque tenían más calle, si incluso Baldassi se quiso meter pero desistió de la idea ante la ferocidad de los jugadores del Verde.
Después de cinco minutos de furia, los ánimos se aplacaron. Los de La Ribera estaban bastante machacados por lo que el DT Veira debió hacer un par de cambios de último momento. “Estossss son más salvajessss que Tarzannnn”, repetía incansablemente a quien quisiera oírlo.
Si recién te enganchás, date una vuelta por los capítulos anteriores (parte I - parte II). Ahora no hay excusas: ya tenés lectura para el fin de semana.
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A las tres, una hora antes del partido, las tribunas estaban repletas. Los de La Ribera ocupaban las dos bandejas que dan al gimnasio de básquet, y los de Germinal el resto de la cancha. Los Canarios gritaban “que locura, que locura, vos sos pobreeeee, verdiblanco hijo de putaaa”, refiriéndose a la delicada situación económica de la institución. En tanto, los del Verde respondían vociferando “aunque digas que no, aunque digas que no, a vos te bancan los rusos la puta madre que te pariooo”, haciendo alusión al rumor (nunca comprobado) de que el ruso Roman Abramovich invertía dinero de la mafia en el club.
Mientras tanto, en los palcos VIP (con aire acondicionado, Internet satelital, sillones y servicio de cafetería) se aglutinaban personalidades como Agustín Pichot (reconocido “fana” de Germinal), Catherine Fulop, Joseph Blatter, Marcelo Tinelli y familia, Diego Maradona, la Tota Santillán y el Cora Almirón, entre otros.
Exactamente a las 4 salió el árbitro del partido, Héctor Baldassi, y pocos minutos más tarde hicieron su entrada los equipos, ambos al mismo tiempo y caminando con un pibe camboyano de la mano, como establecían las nuevas normas de la FIFA. En el saludo de los jugadores casi se arma la rosca, porque el defensor Materazzi, de La Ribera, se burló de Matías Arrative diciéndole: “Pibe, ¿no te alcanza el sueldo para un corte de pelo?”. El Patito, cuyo ídolo era Zidane, se lo quería comer, pero lo pararon entre Krebs y Lalo Silva.
Pero los del Defe seguían echando leña al fuego. Kaká, Bellido y el marfileño Didier Zokora sacaron unas monedas de los bolsillos y se las tiraron a los de Germinal. Lalo Silva no aguantó más, lo largó al Patito y se le fue encima al negro. Le metió un cross de derecha en la mandíbula y lo dejó tirado en el círculo central. Se armó la batahola y se trenzaron a trompadas todos los jugadores. Los de Germinal llevaban ventaja en la pelea porque tenían más calle, si incluso Baldassi se quiso meter pero desistió de la idea ante la ferocidad de los jugadores del Verde.
Después de cinco minutos de furia, los ánimos se aplacaron. Los de La Ribera estaban bastante machacados por lo que el DT Veira debió hacer un par de cambios de último momento. “Estossss son más salvajessss que Tarzannnn”, repetía incansablemente a quien quisiera oírlo.
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