Seguimos con el choreo (mientras no nos demanden ^_^). Esta entrevista al Dungui Torres fue realizada por Verde Pasión el 20 de octubre de 2004. Sin embargo no pierde actualidad, ya que en su mayor parte Luis Prudencio Torres habla de su carrera. Y deja otros comentarios que muy bien pueden ajustarse a la realidad actual del Verde.
¿Cómo llegaste a Independiente de Avellaneda?
En 1982 vino Independiente a jugar un amistoso con Germinal, yo tenía 14 años y jugué unos minutos. El técnico era Pastoriza y después del partido vinieron a hablar con mi viejo para ver si podía ir. Mi viejo les dijo que no, porque tenía que terminar las clases (era Noviembre). Así que terminé las clases, me fui y ya me quedé allá.
¿Hiciste inferiores allá?
Si, empecé en sexta división. Pastoriza cada tanto me venía a buscar y me llevaba a entrenar en primera. Lo único, nunca tuve la suerte de jugar.
¿Con qué jugadores conocidos estuviste?
Estaban Bochini, Giusti, Marangoni, Garnero, Czornomaz, Ubaldi, entre otros.
¿A qué club pasaste después?
Independiente mismo me cedió a El Porvenir, que estaba en el Nacional B. Pero ahí hubo problemas económicos, El Porvenir no me pagó más y tuve que buscar laburo en Buenos Aires. Y cuando empecé a laburar no jugué más.
Pero volviste al fútbol...
Sí. En el 91 me llamó Bastida para jugar un Torneo Regional. Me vine pero hicieron mal los papeles y no pude jugar. Fue el torneo que Germinal quedó eliminado con Huracán de Comodoro.
Al año siguiente hicimos una gran campaña en el mismo torneo y llegamos a semifinales, donde perdimos con San Miguel. Nosotros no estábamos para pasar, ellos tenían un equipazo. Nosotros teníamos buen equipo, pero nos golpeó mucho la lesión de Geoffroy y además tuvimos que quedarnos diez días en Buenos Aires, y comíamos mal, dormíamos mal. Eso influyó mucho. Y aunque les ganáramos a ellos no creo que le hubiéramos podido ganar a Sarmiento de Junín.
Después Bastida me llevó a Paraguay. Fui a Olimpia y me prestaron a River Plate de Paraguay (estaba en la primera división). Estuve cuatro meses pero tampoco me cumplían en lo económico y ademase m sentía muy lejos de mi casa. Ahí me vio un empresario que me quiso llevar a Perú. Lo que pasa es que yo ya había agarrado laburo con los llaveros, a mi me dicen Dungui por unos llaveritos que fabrico.
Y otra vez a laburar
Yo quería laburar. Me puse a trabajar y me quedé en Buenos Aires hasta el año 95. Ahí me trajo de nuevo Luis Bastida para jugar el Argentino A y ya me quedé acá.
¿Fuiste titular en la campaña?
Si, lo habían traído a Cochela, pero jugó pocos partidos y se fue, así que empecé a jugar yo. Estaba Aragolaza también, que jugó algunos partidos pero después iba al banco.
Un balance de ese torneo
Hubo tres fases. En la primera fase Germinal clasificó tercero, en la segunda segundo y en la última fase clasificaba solamente el primero. Nosotros perdimos el primer partido con Independiente de Mendoza, empatamos con Mataderos de Necochea 0 a 0 y acá les ganamos 8 a 0. Ganamos todos los partidos de local y no me hicieron ningún gol. Después cuando estábamos a un punto de Cipolletti les teníamos que ganar allá y perdimos 3 a 1. Fallamos en los partidos de visitante. Pero ese equipo fue el mejor que integré en mi carrera.
En el segundo Argentino A descendieron ¿Qué sensaciones te quedaron?
Fue muy duro. En ese torneo jugué la primera fase, después me lesioné la rodilla y estuve como cuatro meses sin jugar. Volví para los últimos partidos.
Jugaste en Dolavon
Si, yo pensaba que no me iba a ir nunca de Germinal hasta que un día vino gente de Dolavon y me pidió si podía ir para jugar el Argentino B. Acepté, e hicimos una muy buena campaña ahí. Después me pidió Brown, justo para jugar dos partidos para clasificar al Argentino B.
¿Qué pasó que no seguiste en Brown?
Lo que pasa es que terminé el Argentino B en Brown y quería volver a Germinal, que estaba peleando el campeonato. Me vine acá, con la promesa de volver a Brown. Prefería jugar el torneo local con Germinal que el Argentino con Brown. Fue uno de los errores que cometí en mi carrera, más que nada por lo que significa económicamente Brown.
¿Cómo siguió tu carrera?
Seguí jugando acá. El último Torneo Argentino no lo jugué porque estuve en Storni, donde salimos campeones. Ese fue un equipo hecho con casi todas figuras que estábamos sin jugar. Fue un capricho de un tipo que tiene mucha plata y quería hacer algo, y bueno, fundó ese club que duró seis meses.
¿Por qué Germinal no puede estar económicamente como Brown?
Brown tiene apoyo de muchas empresas privadas. Tienen un presupuesto de 80 mil pesos por mes cuando Germinal tiene 6 mil pesos mensuales. El viaje a Río Gallegos nomás sale 6 mil pesos.
¿Por qué la mayoría de los arqueros ataja mejor pasando los 30 años?
Por la experiencia y la tranquilidad. Porque ya no te pesan los partidos. No te da miedo decir que estás asustado antes del partido. La mayoría de los jugadores juegan mejor cuando reconocen que están asustados. Todos estamos asustados antes de entrar a la cancha. En los partidos importantes más que nada. Ya sea por la gente, porque te jugás algo. Y cuando sos más joven no querés reconocer que estas asustado. Yo siempre reconocí que estaba asustado antes de empezar el partido, pero adentro de la cancha se me va todo.
¿La atajada más importante de tu carrera?
Cuando le atajé un penal acá a Cipolletti en el Torneo del Interior 92/93. Íbamos 0 a 0 y teníamos que ganar para clasificar. Sobre el final del primer tiempo atajé un penal y después les ganamos 1 a 0 y los dejamos afuera. Ese día mis compañeros me llevaron en andas.
¿El peor gol que te hicieron?
El día que perdimos con Villa Mitre y descendimos. Jugamos en El Fortín un día de lluvia, perdíamos 1 a 0 faltando diez minutos. Vino un pelotazo largo de ellos, salí del área, le robé la pelota a uno, gambeteé a otro y cuando le iba a pegar se me quedó en el agua. Me la afanó uno, en el medio de la cancha. Lo fuimos corriendo de atrás pero no se le frenó en ningún charco, nos hizo el gol y descendimos. Ese día me peleé con la hinchada de Germinal. En la cancha me re putearon, después cuando iba para mi casa los vi a los dos o tres que me putearon, agarré a uno y le pegué. Me corrieron como veinte hasta la placita Güemes, y ahí encontré al Chueco Tenorio que iba con el Cora Almirón y Pelletier en una traffic. Yo iba con Hernández en el auto, pero él iba atrás y no se podía bajar porque se le trabó la puerta. Bueno, se bajaron ellos de la traffic y nos agarramos con la hinchada. Cobramos y les dimos también.
¿Se arreglaron después de eso con la hinchada?
Yo al que le pegué después lo fui a ver a la casa. Amigos no quedamos pero tampoco mal. No me putearon más, por lo menos me respetan ahora. Y está bien, porque nadie quiere perder, te salen mal las cosas, nada más.
¿El mejor jugador que viste en Germinal?
Fernando Galetti. Es un monstruo. Vino de Gimnasia de La Plata. Hacía goles y jugaba muy bien.
La hinchada más seguidora
La de Germinal.
Y la más amarga
La de Brown, va mucha gente pero no alientan para nada.
El técnico que más te gustó de los que te dirigieron.
Tres. Solari (en Independiente), Pedraza y Bastida (en Germinal). A pesar de que me dejó libre, Solari fue el técnico de el que mas aprendí. Bastida por todo lo que significa en Germinal. Y Pedraza porque el poquito tiempo que lo conocí me enseñó como manejar los códigos de los jugadores.
El mejor amigo que te dejó el fútbol.
Gustavo Aragolaza, que ahora está en España. A pesar de que vivíamos a una cuadra de chicos, no nos conocimos hasta jugar en Germinal. Nos hicimos amigos y nunca hubo problemas por el arco. Siempre tuvimos en claro que los dos queríamos jugar y que ninguno regalaba nada. Hicimos una amistad y somos casi como hermanos.
¿Hiciste muchos goles en tu carrera?
En Germinal tengo 14 goles. Casi todos de penal excepto uno de cabeza que se lo hice a Soltex cuando terminaba el partido.
¿Qué le falta a Germinal para poder aspirar a más?
Plata. Que venga una empresa que diga: "Le damos un presupuesto de 20, 30 mil pesos mensuales", y así el jugador sólo se preocupa de jugar. Es todo lo que necesitamos, porque la camiseta de Germinal pesa. Cuando jugamos con otros equipos piensan: "Uh, tenemos que jugar con Germinal", y Germinal en ningún lado piensa eso, vos vas y sos Germinal. Tenés la camiseta de un equipo grande. Que no la puede tener Brown, que no la va a tener nunca Madryn. A pesar de la plata que tienen y de la gente que los siguen pierden y pierden, no los respetan ni los rivales ni los árbitros, a Germinal si. Porque es un equipo que está considerado grande. En Buenos Aires conocen quien es Germinal.
1 comentarios:
loco muy bueno el blog te felicito...la verdad que la hinchada de germinal parece que se la banca y es bastante seguidora asi que mis felicitaciones, soy de alianza fontana oeste de puerto madryn, asi que te mando un abrazo...nosotros estamos en crecimiento...entra a www.clubalianzafontanaoeste.blogspot.com de onda...
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