Seguimos con otra entrega de este bizarrísimo cuento que nos envía un hincha demasiado fanático del Verde. Pueden leer la parte uno aquí.
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La venta de entradas comenzó el jueves y no tardaron en agotarse. Diez mil había a disposición de La Ribera, que “volaron” en apenas dos horas. Por su parte, los del Verde terminaron de comprar las últimas plateas el viernes llegando al mediodía. Estaba claro; el clima era el de una final anticipada.
El domingo, los primeros en llegar fueron los periodistas. El más madrugador, Fernando Niembro, apareció en el estadio a las 8 de la mañana. Atrás de él se encolumnaron Juan Pablo Varsky, Macaya Márquez, Bilardo, Víctor Hugo Morales y Tití Fernández.
El salón de prensa ardió de gente a eso de la una. Había, además de los nombrados, periodistas de todas las latitudes. Rusos, yanquis, franceses, españoles, brasileños y hasta uno del Congo. Justamente el negro le preguntó a su ídolo Macaya que esperaba del partido. “Las predicciones están claramente a favor deLa Ribera —opinó el comentarista con su ya célebre tono de voz—. Germinal viene de un empate y un triunfo muy ajustado, pero esto es un clásico y es distinto”.
El morocho se sintió decepcionado; Macaya, fiel a su estilo, no había hecho más que confirmar lo que todos sabían y no se había jugado por ninguno de los dos equipos.
El momento más tenso del mediodía se vivió cuando se cruzaron en la mesa de los sanguchitos Víctor Hugo y Niembro. “A vos te quería agarrar, lame medias de Ávila”, disparó el relator revolucionario. “Andá Marx del periodismo —retrucó Fernando—, seguí veraneando en Las Grutas que yo te espero en las Islas Caimán”. El enfrentamiento no terminó a los golpes porque debió intervenir el Dungui Torres, comentarista invitado de la red O’Globo de Brasil.
Cerca de las dos llegó el micro de Germinal. De a uno fueron bajando los del cuerpo técnico (con el DT Pepe Castro a la cabeza) y después los jugadores. El Flaco Dencor, Krebs, Castiglione, Lemes… Justamente el Chacarero se paró a dialogar con la prensa. “Chaca, ¿qué esperás del partido de hoy? Justamente no son favoritos…”, le preguntó Tití Fernández con su habitual tono ácido. “Que ganemos es menos probable que vos bajés de peso, pero me tengo fe”, respondió el número 7, autor del agónico gol en el minuto 54 del segundo tiempo frente a Racing.
Los de La Ribera llegaron poco tiempo después en medio de un desorden descomunal. Messi dijo “sentirse bien”, el enlace Román Riquelme manifestó “estar feliz” y el entrenador, el Bambino Veira, metió púa al decir que “a essstossss hoyyy les hacemossss cincooo. Germinal en el fondo haccce mássss agua que el titanicccc”.
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La venta de entradas comenzó el jueves y no tardaron en agotarse. Diez mil había a disposición de La Ribera, que “volaron” en apenas dos horas. Por su parte, los del Verde terminaron de comprar las últimas plateas el viernes llegando al mediodía. Estaba claro; el clima era el de una final anticipada.
El domingo, los primeros en llegar fueron los periodistas. El más madrugador, Fernando Niembro, apareció en el estadio a las 8 de la mañana. Atrás de él se encolumnaron Juan Pablo Varsky, Macaya Márquez, Bilardo, Víctor Hugo Morales y Tití Fernández.
El salón de prensa ardió de gente a eso de la una. Había, además de los nombrados, periodistas de todas las latitudes. Rusos, yanquis, franceses, españoles, brasileños y hasta uno del Congo. Justamente el negro le preguntó a su ídolo Macaya que esperaba del partido. “Las predicciones están claramente a favor de
El morocho se sintió decepcionado; Macaya, fiel a su estilo, no había hecho más que confirmar lo que todos sabían y no se había jugado por ninguno de los dos equipos.
El momento más tenso del mediodía se vivió cuando se cruzaron en la mesa de los sanguchitos Víctor Hugo y Niembro. “A vos te quería agarrar, lame medias de Ávila”, disparó el relator revolucionario. “Andá Marx del periodismo —retrucó Fernando—, seguí veraneando en Las Grutas que yo te espero en las Islas Caimán”. El enfrentamiento no terminó a los golpes porque debió intervenir el Dungui Torres, comentarista invitado de la red O’Globo de Brasil.
Cerca de las dos llegó el micro de Germinal. De a uno fueron bajando los del cuerpo técnico (con el DT Pepe Castro a la cabeza) y después los jugadores. El Flaco Dencor, Krebs, Castiglione, Lemes… Justamente el Chacarero se paró a dialogar con la prensa. “Chaca, ¿qué esperás del partido de hoy? Justamente no son favoritos…”, le preguntó Tití Fernández con su habitual tono ácido. “Que ganemos es menos probable que vos bajés de peso, pero me tengo fe”, respondió el número 7, autor del agónico gol en el minuto 54 del segundo tiempo frente a Racing.
Los de La Ribera llegaron poco tiempo después en medio de un desorden descomunal. Messi dijo “sentirse bien”, el enlace Román Riquelme manifestó “estar feliz” y el entrenador, el Bambino Veira, metió púa al decir que “a essstossss hoyyy les hacemossss cincooo. Germinal en el fondo haccce mássss agua que el titanicccc”.
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