Lo que van a leer es una obra ficticia (un cuento bah) que escribió un entrañable colaborador nuestro que, humilde como es (o temeroso por las críticas), pidió que mantengamos su anonimato. Por ahora...
No tiene nombre así que por eso la berretada del título. Es medio largo así que lo iremos publicando de a pedazos. Se aceptan críticas, dinero, huevazos, etc, etc...
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No tiene nombre así que por eso la berretada del título. Es medio largo así que lo iremos publicando de a pedazos. Se aceptan críticas, dinero, huevazos, etc, etc...
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El 18 de noviembre de 2007 se paralizó el mundo… literalmente. Es que ese día se jugaba el clásico de Rawson entre Germinal y Defensores de La Ribera, y el acontecimiento cautivaba desde los fanáticos hinchas del Verde y del Canario hasta los indígenas originarios de las islas Vanuatu.
El partido correspondía a la tercera fecha del grupo A de la Liga Valle del Chubut. Germinal llegaba de empatar con Independiente de Trelew en la primera fecha y de ganarle 2 a 1 a Racing en la anterior. Por su parte, La Ribera había triunfado 3-1 frente a la Academia y había aplastado 7 a 0 al Rojo en la jornada anterior, ante más de 25 mil personas en el estadio El Tehuelche.
Con esos alicientes no era un clásico más. Si empataban o ganaba La Ribera, clasificaba el conjunto del otro lado del río a la final. El Verde estaba obligado a vencer para alcanzar el encuentro definitorio.
A favor de Germinal estaba que el partido se jugaba en el remodelado estadio El Fortín, con capacidad ahora para 40 mil espectadores. Era el partido de inauguración, y todos esperaban un triunfo, pero no era fácil, el rival de turno tenía jugadores de la talla de Lionel Messi, Kaká y Rafael Bellido, goleador del certamen con 6 tantos.
El partido correspondía a la tercera fecha del grupo A de la Liga Valle del Chubut. Germinal llegaba de empatar con Independiente de Trelew en la primera fecha y de ganarle 2 a 1 a Racing en la anterior. Por su parte, La Ribera había triunfado 3-1 frente a la Academia y había aplastado 7 a 0 al Rojo en la jornada anterior, ante más de 25 mil personas en el estadio El Tehuelche.
Con esos alicientes no era un clásico más. Si empataban o ganaba La Ribera, clasificaba el conjunto del otro lado del río a la final. El Verde estaba obligado a vencer para alcanzar el encuentro definitorio.
A favor de Germinal estaba que el partido se jugaba en el remodelado estadio El Fortín, con capacidad ahora para 40 mil espectadores. Era el partido de inauguración, y todos esperaban un triunfo, pero no era fácil, el rival de turno tenía jugadores de la talla de Lionel Messi, Kaká y Rafael Bellido, goleador del certamen con 6 tantos.
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