viernes, 24 de abril de 2009

Fracasos y mentiras de los Torneos Argentinos

Esto no lo escribimos acá (lo publicó Jornada), pero es muy interesante, incumbe a Germinal y es una nota de un nivel por encima de la media de lo que publican los diarios locales. Por todo esto decidimos compartirlo. Vale la pena.

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El fútbol nuestro de cada día es un permanente canto de sirenas. Nos seduce hasta límites insospechados o inverosímiles y después nos hace estrellar contra una realidad brutalmente honesta, sincera.

La certeza de una tierra prometida se derrumbó como un castillo de naipes durante esta semana. Fue como un viernes 13. Los torneos federales de fútbol, llámense como se llamen y calcen los puntos que calcen son una gran mentira que se cargan de un lado para el otro. Organizados por la PyME más importante del país, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), ganan los mismos de siempre y pierden los mismos de siempre. Entonces, ¿Qué sentido tienen jugarlos si sabemos que nos hundiremos como el Titánic? A no ser que exista un cierto espíritu masoquista y necrofílico, no hay razón que justifique tamaña empresa en donde el dinero va a parar a manos de las Asociaciones de árbitros dudosamente designados y al Consejo Federal de Fútbol de aquella PyME llamada AFA.

Los espejos hieren atrozmente. Ofenden con un hielo de perfil. Se burlan. Nos muestran un gris paisaje que marcan una quimera como un sueño que siempre espera. Y esos son los torneos Argentinos vigentes, actuales, hilarantes.

Las experiencias, se supone, son aleccionadoras; aunque, a la luz de los resultados, no capitalizadas para elegir un tramo que siempre hay que recorrer. ¿Cuánto dinero se invirtió (o se gastó) en estos experimentos de AFA para fundir a los clubes del interior? A ciencia cierta no se sabe, pero mucho. Para no dejar nada en lo referente a un proyecto inclusivo, amplio, que cristalice las ilusiones y utopías que sirvan para un futuro mejor.

¿Cuantos fracasos previsibles como pérdidas de patrimonios se seguirán justificando, cuando sabemos que cuando se acuestan la razón y el deseo vienen los problemas?

Tal como citamos, las experiencias son buenas consejeras. Sin embargo, no se escucharon repitiendo una historia que comenzó como una farsa y podría finalizar como tragedia.
Hay momentos que hay que elegir y este es uno, sino en el pecado estará la penitencia. Aunque la vida sigue y da revancha en un montón de cosas más interesantes que el deporte, la opción -en una rama en que el hombre crece y se vuelve útil- está, existe, es. La de elegir una libertad peligrosa a una servidumbre tranquila.

Hay un mapa del ayer. Huracán y Germinal eliminado en primera y segunda ronda con déficits operativos y financieros, Defensores de la Ribera afuera con envoltorio para regalo y con moño y todo. Guillermo Brown, con barrido y limpieza tras un nuevo fracaso. El Deportivo Madryn ahí, peleando por subir de la cuarta a la tercera categoría del fútbol del interior. Racing ni ahí, esperando costosamente a su rival de turno para viajar una bocha de kilómetros en colectivo y esperar no descender de la cuarta categoría a los torneos locales.

Mientras tanto, todos esos clubes, institucionalmente hablando, siguen padeciendo crisis tras crisis, sin entender que la solución está por otro camino, en donde se encuentra el verdadero capital y no el de una vuelta olímpica ocasional. Esa te da un orgasmo efímero, pasajero. Aquella la felicidad eterna, con la gente, los grandes y los chicos.

Sería bueno rebelarse ante esa realidad tirana. Sabemos lo que somos y de lo que podríamos ser.
Es un buen lugar que vale la pena defenderlo y un buen punto de partida.
La de luchar por lo de uno, sin rendirle pleitesía a una clase parásita que desde una calle céntrica de la cosmopolita Buenos Aires digita los destinos de los clubes que penan su supervivencia a costa de negocios externos.

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. Le hacemos caso a juramentos y palabras que ya están secos y marchitos en algún viejo almanaque y después nos lamentamos por nuestro modesto equipaje que sólo lleva a un funeral cantado de antemano.

Sería bueno, también, que entendiéramos que los demás seguirán siendo gigantes, si se sigue de rodillas. Y aún más que interesante que se planteen alternativas, negaciones u opciones sin temor al ridículo ni al castigo y no aceptar mansamente el nuevo negocio que se viene como el Torneo del Interior para menores de 15 años, que no es otra cosa que una feria americana para inescrupulosos "representantes" o presuntos "buscadores de talentos" a beneficio de sus propios bolsillos vendiendo espejitos de colores de un futuro que no llega y a costa de aquellos que soñaron, alguna vez, con algo; porque ya será tarde. Nos habremos gastado las balas y el fusil.

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